Los estudios científicos han mostrado que la genética desempeña un papel importante en la susceptibilidad a desarrollar esquizofrenia. Las personas con un familiar de primer grado (padre, madre o hermano) con esquizofrenia tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar la enfermedad en comparación con la población general. Este riesgo aumenta aún más si hay múltiples familiares afectados y si estimulamos nuestro entorno con factores de riesgo como puede ser el consumo de drogas.
¿Qué es la esquizofrenia y cuáles son sus síntomas?
La esquizofrenia es un trastorno mental crónico y grave que afecta al 1% de la población modificando la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Se caracteriza por una combinación de alucinaciones, delirios, y trastornos del pensamiento y del comportamiento que afectan la capacidad de una persona para funcionar de manera efectiva. En ocasiones los pacientes manifiestan falta de motivación, reducción de la expresión emocional, retraimiento social, y dificultad para experimentar placer.
¿Cómo de hereditaria es la esquizofrenia?
La causa exacta de la esquizofrenia no se conoce, pero se cree que es resultado de una combinación de factores genéticos (su heredabilidad es entorno al 70%), biológicos y ambientales.
Existen diversas variantes genéticas que modulan el riesgo a sufrir esquizofrenia, aportando mayor o menor predisposición genética al desarrollo de la enfermedad. Entre estas variantes encontramos variantes localizadas en genes como:
- CACNA1C y CACNB2: estos genes proporcionan instrucciones para fabricar canales de calcio. Los iones de calcio son importantes para muchas funciones celulares, como la comunicación entre células, la contracción muscular y la regulación de determinados genes, en particular los que intervienen en el desarrollo del cerebro.
- GRIA1: expresa receptores de glutamato. El glutamato es el neurotransmisor excitatorio más común y está presente en una amplia variedad de funciones cerebrales como la memoria, el aprendizaje y la plasticidad cerebral en la corteza cerebral. Variantes en el gen GRIA1 pueden predisponer a alteraciones en la señalización glutamatérgica, encargada de regular la excitación neurológica en el sistema nervioso humano.
- TCF4: Este gen se expresa ampliamente y desempeña un papel importante en el desarrollo del sistema nervioso. Variantes en el gen TCF4 se han asociado con un mayor riesgo de esquizofrenia.
Estas variantes se pueden analizar mediante tests genéticos como los de ADNTRO, lo que permite conocer tu predisposición genética a desarrollar esquizofrenia.
¿Cómo afectan las drogas en el desarrollo de esquizofrenia?
El uso de ciertas drogas (factores ambientales) puede aumentar el riesgo de desarrollar esquizofrenia o desencadenar episodios psicóticos en personas genéticamente predispuestas. Las drogas más comunes son:
- El cannabis: El consumo de cannabis, especialmente en la adolescencia (período crítico del desarrollo cerebral), se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia. El THC, principal componente psicoactivo del cannabis, puede alterar la función cerebral y desencadenar síntomas psicóticos en personas genéticamente predispuestas. Esta droga afecta al sistema glutamatérgico entre otros, pudiendo aumentar el riesgo de psicosis en individuos con variantes en el gen GRIA1 entre otros genes.
- Las anfetaminas: Estas sustancias pueden inducir síntomas psicóticos similares a los de la esquizofrenia, como alucinaciones y delirios. El uso prolongado y abusivo puede causar cambios duraderos en la química cerebral y aumentar el riesgo de psicosis.
- La cocaína: La cocaína puede causar psicosis y síntomas similares a los de la esquizofrenia, especialmente en dosis altas o con uso crónico. Afecta la dopamina, un neurotransmisor que, según la hipótesis dopaminérgica está implicado en la esquizofrenia. El sistema dopaminérgico puede volverse hiperactivo, lo que se asocia con síntomas positivos de la esquizofrenia, como alucinaciones y delirios. Estudios in vitro han observado una menor cantidad de proteína CACNA1C tras la exposición a cocaína, disminuyendo los canales de calcio que son fundamentales para las neuronas.
Las drogas mencionadas anteriormente pueden causar neuroinflamación al activar las microglías. Las microglías son células de soporte neuronal que actúan como parte del sistema inmunológico del cerebro. La neuroinflamación, una respuesta inflamatoria en el cerebro, está vinculada a varios trastornos neuropsiquiátricos, incluida la esquizofrenia.