El avance de la tecnología y de la genética ha abierto un mundo de posibilidades en el campo de la salud personalizada. Hoy en día, tests genéticos que se realizan con una simple muestra de saliva pueden revelar detalles cruciales sobre tu metabolismo y predisposiciones genéticas, ofreciendo una visión profunda de cómo tu cuerpo procesa nutrientes, responde a diferentes tipos de dietas y cuál es tu riesgo de desarrollar ciertas condiciones médicas. Con esta información, es posible adaptar intervenciones dietéticas y estilos de vida, optimizando así tu bienestar general. Por ejemplo, entender si metabolizas rápidamente ciertas vitaminas puede guiarte hacia la necesidad de suplementación, o conocer tu predisposición genética a la intolerancia a la lactosa podría llevarte a poner nombre y apellidos a tus síntomas digestivos. Este conocimiento es clave para fomentar un bienestar óptimo a largo plazo. Y tú, ¿quieres mejorar tu salud gracias a la genética?
Soy Marta alonso, doctora en nutrigenética y a continuación te comparto tres casos reales, donde el conocimiento genético ha sido clave para realizar cambios dietéticos significativos que han mejorado la salud de estas personas.
Identificando la sensibilidad al gluten gracias al resultado genético – Caso 1
Imagina descubrir la raíz de tus molestias digestivas gracias a un análisis genético. Un paciente mexicano se presentó con continuos problemas digestivos que llevaba años arrastrando sin encontrar la causa. Identificamos que era portador de los haplotipos HLA-DQ2 y DQ8, una genética muy compatible con la enfermedad celiaquía. El resultado era una predisposición muy alta a desarrollar problemas al ingerir gluten. Al explorar su dieta, identificamos que síntomas como la hinchazón y el malestar intestinal solían aparecer tras la ingesta de cereales con gluten. Se le recomendó hacer las pruebas de celiaquía o en su defecto reducir o evitar el gluten al máximo. Efectivamente, semanas después de reducir el gluten siguiendo nuestra recomendación basada en su perfil genético, su calidad de vida mejoró drásticamente. Este es un claro ejemplo de cómo el conocimiento genético te permite tomar decisiones que van acorde con las necesidades únicas de tu cuerpo.
Nutrición personalizada en vegetarianos – Caso 2
Una dieta vegetariana puede ser una elección dietética perfectamente saludable, pero también puede entrañar una mayor dificultad a la hora de cubrir los requerimientos nutricionales, como por ejemplo en el caso del hierro. El análisis genético reveló su predisposición a niveles bajos de hierro por variantes genéticas asociadas a una mala metabolización. Una analítica de sangre reciente confirmó esta sospecha con un resultado de bajas reservas de hierro. Por este motivo recomendamos un suplemento de hierro de origen vegetal con vitamina C, ya que este tipo de hierro se absorbe peor y esta vitamina lo potencia.
Por otro lado, esta persona presentaba molestias digestivas y no había identificado la causa. Para aumentar la ingesta proteica, esta persona sí consumía huevos y lácteos, y los resultados genéticos señalaron una predisposición a la intolerancia a la lactosa. Al explorar su dieta asociamos estos síntomas al ingerir lácteos, por lo que se le recomendó reducir el consumo de este grupo de alimentos mejorando así sus síntomas. Estas recomendaciones personalizadas no solo optimizaron su nutrición sino que mejoraron su bienestar general.
Reducción de riesgo cardiovascular con ayuda de la genética – Caso 3
El tercer caso está relacionado con altos niveles de homocisteína en sangre, un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. El análisis genético reveló una variante en el gen MTHFR que afecta al metabolismo del folato. Esta variante genética puede influir en los niveles de esta vitamina en sangre así como traducirse en unos niveles altos de homocisteína. La homocisteína se elimina gracias a la acción de vitaminas B. Al revisar su analítica, se observó no sólo bajos niveles de folato, si no también niveles ligeramente reducidos de vitamina B12 y B6. Por tanto, se le recomendó suplementación con un complejo de vitaminas B. Este consejo consiguió normalizar tanto sus niveles de homocisteína como de vitaminas en solo tres meses, reduciendo así su riesgo cardiovascular asociado a este factor. Este caso demuestra cómo la nutrigenética puede dirigir intervenciones precisas que no solo previenen enfermedades sino que promueven un bienestar general.
Conclusión
Estos ejemplos realzan la importancia de conocer tu información genética. No se trata solo de identificar riesgos, sino de empoderarte con conocimiento para tomar decisiones informadas sobre tu salud. La genética ofrece un mapa que, cuando se interpreta correctamente, guía hacia un estilo de vida más saludable y personalizado.
Te invito a explorar cómo la genética, y la nutrigenética en concreto, puede ayudarte a entender mejor tu cuerpo y optimizar tu salud a través de una nutrición verdaderamente personalizada. Con cada avance en este campo, nos acercamos más a una era donde la dieta y la salud son tan únicas como nuestro propio ADN.
En definitiva, los tests genéticos no solo te empoderan para tomar decisiones informadas sobre tu salud, sino que también ofrecen la posibilidad de prevenir enfermedades antes de que se manifiesten. Descubre qué dice tu ADN y cómo puede ayudarte con el test genético de ADNTRO.