Sin duda ya sabrás que el coronavirus SARS-coV-2, causante de la enfermedad COVID-19, ha supuesto un antes y un después para la historia reciente de la humanidad. Cientos de miles de personas han fallecido en todo el mundo a causa de este VIRUS que ha supuesto la mayor emergencia sanitaria global hasta la fecha. Sin embargo, seguro que también conoces casos de gente que ha dado positivo en COVID-19 y a penas han tenido un ligero catarro o incluso no han tenido un solo síntoma. ¿Cómo es esto posible? ¿Por qué para algunos resulta tan letal y para otros a penas un resfriado?
¿Puede la genética tener algo que ver?
Desde que comenzara la pandemia, muchos han sido los interrogantes en torno a este nuevo virus. Poco a poco, gracias a las investigaciones científicas, hemos ido conociendo características de vital importancia que nos ayuden en la lucha contra este virus.
Uno de los grandes interrogantes que los científicos se han hecho desde el principio ha sido precisamente esta gran diferencia en síntomas y complicaciones médicas por COVID-19 entre distintos pacientes. Pese a que aún nadie sabe la respuesta con certeza, sí que se barajan dos opciones. El científico islandés Kári Stefánsson, líder de «deCODE Genetics« y uno de los investigadores más relevantes sobre este virus, realizó las siguientes declaraciones con respecto a esta disparidad de síntomas:
¿Qué es lo que hace que algunas personas enfermen tanto y en cambio otras no caigan enfermas? Hay dos grandes posibilidades, una es por la propia secuencia genética del virus, la otra la genética propia y única de cada individuo que adquiere la enfermedad.»
Kári Stefánsson
Es decir, por un lado podría deberse a diferentes variantes del virus que actúen con distinta virulencia. Por otro, podría ser nuestra propia información genética la que nos haga más o menos vulnerables al virus. Lo más probable es que sea una conjunción de ambas, ya que existen evidencias de que el COVID-19 se compone de distintas variantes. Pero también existen evidencias de que nuestra propia genética puede protegernos frente a ciertos patógenos o enfermedades. Un ejemplo es el caso del VIH, donde es bien sabido por los científicos que cierta mutación en el gen CCR5 proporciona resistencia a este virus.
¿El SARS-coV también tiene algo que decir?
Actualmente la comunidad científica está trabajando duro para encontrar posibles genes que afecten a la sensibilidad frente a COVID-19. Por un lado, genes que ya se han estudiado ampliamente como reforzadores del sistema inmunitario, es decir, variantes génicas que pueden resultar en un sistema inmunitario más fuerte. Por otro, también se han descubierto genes directamente relacionados con la sensibilidad a otro coronavirus, el SARS-CoV de hace unos años. Esto sin duda puede ayudar a la hora de encontrar los genes concretos para el COVID-19.
La edad, el sexo y el grupo sanguíneo
Un factor de riesgo que ya sabíamos es la edad. Ha quedado patente que este VIRUS afecta en mayor medida a personas de mayor edad. Pero esto no siempre es así, también ha habido muchos casos de gente joven o de mediana edad con un cuadro médico realmente grave. La genética de cada individuo podría explicar esto.
Pero algo que hemos conocido recientemente es que parece que el virus afecta más a pacientes varones. No sólo se ha visto que los hombres tienen mayor facilidad para contraer la enfermedad si no que también es más probable su muerte. Esto podría deberse únicamente a factores ambientales que afecten más a hombres que a mujeres como mayor tendencia a fumar, o tener problemas de corazón. Aunque lo cierto es que hay investigadores que especulan con la posibilidad de que las mujeres tengan un sistema inmunitario que defienda mejor frente al COVID-19.
Además recientemente, hemos sabido que existe una relación entre el grupo sanguíneo y la sensibilidad al COVID-19. Según la empresa de genotipado 23andme, han analizado la amplia base de datos genéticos de sus clientes y han encontrado que aquellos COVID-19 positivos poseían con mayor frecuencia grupos sanguíneos A, B o AB. Es decir, que aquellos con grupo sanguíneo O son hasta un 26% menos probables de contraer la enfermedad. Por contra, los del grupo A son hasta un 50% más probables de contraerla. Si quieres leer el artículo de 23andme pincha aquí.
En ADNTRO analizamos variantes genéticas asociadas con componentes del sistema inmune, genes asociados a procesos de inflamación, el grupo sanguíneo … No obstante, es importante recordar que existen más factores (además del genético), como las patologías previas, que pueden influir en el resultado final.
En ADNTRO estamos comprometidos con la salud, y conforme se vayan publicando estas variaciones génicas que se demuestre afecten a la enfermedad por COVID-19 las iremos incluyendo en nuestro servicio de mapeo génico de en nuestras pruebas de ADN. Sin duda una herramienta fundamental para conocer el potencial riesgo que podamos tener frente al virus.