El cáncer de mama representa la neoplasia más importante en mujeres, representando hasta el 15% de los fallecimientos globales por cáncer [Globocan, 2020] Figura 1. Los estudios moleculares han permitido avanzar en el conocimiento de cómo funciona el desarrollo de esta neoplasia y la contribución de las mutaciones genéticas en la agresividad, severidad y progresión del cáncer de mama. Aunque los tres genes más conocidos y con mayor frecuencia de aparición de mutaciones en el cáncer de mama hereditario son el BRCA1, BRCA2 y PALB2, recientemente se han identificado más genes y/o variantes genéticas que podrían contribuir a entender la progresión de la enfermedad.
Distribución de casos y muertes de los cánceres más comunes en 2020.
Figura 1. Distribución de casos y muertes por los 10 cánceres más comunes en 2020 para (A) ambos sexos, (B) hombres y (C) mujeres. Para cada sexo, el área del gráfico circular refleja la proporción del número total de casos o muertes; los cánceres de piel no melanoma (excluyendo el carcinoma basocelular por incidencia) se incluyen en la categoría «otros». Fuente: GLOBOCAN 2020.
Consecuencias de mutaciones en el gen PIK3CA en tumores.
Fruto de ese trabajo, investigadores del Imperial College de Londres [Madsen et al., Plos Genetics, 2021], han correlacionado la severidad y agresividad de estos tumores con la expresión y presencia de mutaciones en el gen PIK3CA. Este gen participa en una vía biológica denominada PI3K-AKT ampliamente conocida por su importancia en el mantenimiento y progresión del ciclo celular en las células. Así, han visto como aquellos tumores que presentan una mayor expresión de la vía de PI3K, mediada por mutaciones activantes (o de ganancia de función) en el gen PIK3CA, estarán asociadas con perfiles más agresivos de estos tumores, permitiendo una estratificación de los pacientes, en comparación con aquellos tumores que no presentan alteraciones en el gen PIK3CA.
Estos estudios aportan nueva información y evidencia de la importancia de la combinación de la combinación genética y transcriptómica, con los perfiles clínicos y de evolución de pacientes con cáncer de mama. Esto tiene una amplia relevancia, dado que recientemente se ha aprobado el uso de inhibidores selectivos de la vía de PI3K en pacientes con cáncer de mama que presentan mutaciones en el gen PIK3CA.
Este es otro ejemplo más que aporta evidencia de la importancia de la medicina genómica aplicada al diagnóstico y tratamiento personalizado, en este caso, en pacientes con neoplasias, como en el caso del cáncer de mama.
Polygenic Risk Scores, uso en la investigación contra el cáncer de mama.
Hay que recordar, que, además, cada vez surgen más estudios que aportan información sobre cómo estimar el riesgo de cáncer de mama en la población general, en personas con mayor riesgo familiar o en familiares, mediante el uso de lo que se conoce como PRS (“Polygenic Risk Scores”) que no es ni más ni menos que la combinación de varios SNPs, con el fin de ponderar el riesgo en función del efecto protector o de riesgo de estos SNPs en su conjunto, método que utilizamos en los test de adn de ADNTRO. En uno de los estudios más relevantes, se ha visto como individuos que poseen algunas variantes que confieren mayor riesgo a desarrollar cáncer de mama, y que, además, aquellas personas que han sido diagnosticadas con cáncer de mama, y que además tienen un elevado PRS, tienen un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de mama contralateral, y esto puede tener importancia en el diagnóstico y seguimiento de familiares en riesgo [Mars et al., Nature Communications, 2020].